Lo primero que ha querido aclarar la imputada, quien fue pareja sentimental del ex director financiero de Emarsa, Enrique Arnal, es la situación "de quiebra técnica" a la que ha llegado su empresa "precisamente a consecuencia de la repercusión mediática que ha tenido el caso Emarsa. Pese a que no tengo nada que ver con el caso, nadie quiere trabajar con mi empresa".
Respecto a la relación de su empresa con Emarsa, ha explicado que comenzó en el año 2004, cuando le pidieron algún catering para algún congreso y servicios de azafatas de imagen y modelos para Ecofira, "tras aceptarse nuestros presupuestos", ha aclarado. En este sentido, ha comentado que "siempre" supo de la necesidad de un servicio a presupuestar a través de quien era entonces su pareja, Arnal.
Por ejemplo, ha indicado que en el año 2008, se enteró, a través de Arnal, de que Emarsa buscaba una empresa del perfil de empresa de comunicación, por lo que intentó conseguirla como cliente. Para ello, ha afirmado que no utilizó ninguna prebenda, ni trato de favor, ya que era "imposible" porque Arnal "jamás ha sido otra cosa que un empleado sin ninguna capacidad de decisión en Emarsa".
En cuanto al papel de Arnal, ha explicado que fue socio del Grupo Mas en el momento de su constitución, pero al año vendió sus participaciones. Así, cuando firmó el contrato con Emarsa, en 2008, éste ya no era socio. Sin embargo, ha dicho que eso no significó que no se prestara a ayudar a su empresa y, de hecho, se encargaba de todo lo relativo a temas contables y finanzas.
Por otro lado, Marsal ha reiterado que cualquier contrato al que optó desde Grupo Mas no fue obteniendo información privilegiada ni nada parecido, si no "ajustando los precios, es decir, ofreciendo precios muy competitivos", ha mantenido. También ha comentado que le pidieron presupuestos para trabajos concretos, que en su mayor parte fueron aceptados, si bien, en otros casos, no lo fueron.
Asimismo, ha subrayado que ni Grupo Mas ni ella se han beneficiado económicamente de Emarsa, "más allá de los márgenes de mercado existentes", y ha dicho que tampoco se benefició de Arnal, "más allá de los puntuales favores de adelantar un dinero que posteriormente se le devolvía". En esta línea, ha agregado que "todos y cada uno de los trabajos" iban precedidos de una oferta económica. "Casi siempre era Enrique Arnal quien formulaba la petición del presupuesto y, a instancias siempre de gerencia, pero en ocasiones era Esteban Cuesta el que se interesaba por el presupuesto".
La imputada, quien ha resaltado que los únicos bienes inmuebles que ha adquirido han sido gravados con hipoteca, ha indicado que firmó un contrato en el mes de enero de 2008 con Emarsa, y el objeto del mismo fue diseñar la estrategia de comunicación e imagen de la entidad especialmente en la Expo de Zaragoza por su proyección nacional e internacional, y en Ecofira, así como la identidad corporativa de la empresa a través de un Manual, que fue para lo que inicialmente se le pidió la oferta.
Además, ha explicado que Emarsa le encargó cambiar la página web existente; creó un blog; hizo el Manuel de Identidad corporativa; y varios folletos, mecheros con logo, bolígrafos, bolsos de mano, duplicación de DVD, carpetas y bloc de notas.
Benetússer, L´Horta 19 de abril de 2012
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